Cuenta la leyenda que cuando Luis XVI fue guillotinado el 21 de enero de 1793, muchos súbditos -convertidos en ciudadanos por la revolución- subieron la cadalso a mojar sus pañuelos de la sangre del monarca absolutista para conservar recuerdo de tal acontecimiento. Uno de ellos, un tal Maximilien Bourdaloue mojó su pañuelo en la sangre, lo metió en una calabaza y ordenó a un artista parisino, Jean Roux, su decoración, la cual finalizó el 18 de septiembre de 1793. Así figura en una famosa calabaza que desde hace un siglo se encuentra en posesión de una familia boloñesa. y que también aparece decorada, mediante una técnica pictografica, con retratos de protagonistas de la revolución como George Danton, Maximilien Robespierre, Camilla Desmoulins, Louis-Sébastien Mercier, Jean Paul Marat, la reina Maria Antonieta o el propio Luis XVI.
Detalle de los retratos de la calabaza
Científicos del CSIC han analizado el ADN y han confirmado que corresponden a un varón europeo de antiguo linaje... con ojos azules, hecho que confirman distintos retratos de pintores de la época. Y claro, ya se ha puesto precio a la egregia calabaza: dos millones de euros. Sólo falta comparar los resultados del análisis de ADN mitocondrial con el perfil genético del corazón momificado atribuido a su hijo Luis XVII -personaje también con una historia legendaria- que se conserva en la Basílica de Saint Denis, en París.
Fuente: RTVE noticias
Una breve historia de Luis XVI
¿Y la reina María Antonieta?
También tiene una interesante biografía. Casada con Luis XVI en 1770, se convirtió en reina en 1774 y acabó en el cadalso 11 meses después de su marido, creando a su alrededor una aureola mítica de serenidad y dignidad ante su infortunio que contrasta con la fama de frivolidad, despilfarro y capricho que contribuyó aún más al descredito de la monarquía francesa.
Aparte de la película de Sofía Coppola de 2006-su vida ha sido llevada en innumerables ocasiones al cine- destaco por su interés didáctico Si Versalles pudiera hablar (Sacha Guitry, 1953) y la película canadiense María Antonieta: la verdadera historia (Ives Simoneau, 2007) que comienza pocos minutos antes de ser llevada a la Plaza de la Concordia para su ejecución. Recomiendo visitar la web oficial de sta última película, muy vistosa y atractiva. Como lo fue la vida de aquella jovencita a la que se le atribuyó aquel comentario cuando le hablaban del hambre del pueblo parisino: ¡Si no tienen pan, denles de comer pastel!" Aunque parece que la patética anécdota fue una invención del mismísimo Rousseau.
Aparte de la película de Sofía Coppola de 2006-su vida ha sido llevada en innumerables ocasiones al cine- destaco por su interés didáctico Si Versalles pudiera hablar (Sacha Guitry, 1953) y la película canadiense María Antonieta: la verdadera historia (Ives Simoneau, 2007) que comienza pocos minutos antes de ser llevada a la Plaza de la Concordia para su ejecución. Recomiendo visitar la web oficial de sta última película, muy vistosa y atractiva. Como lo fue la vida de aquella jovencita a la que se le atribuyó aquel comentario cuando le hablaban del hambre del pueblo parisino: ¡Si no tienen pan, denles de comer pastel!" Aunque parece que la patética anécdota fue una invención del mismísimo Rousseau.
Son personajes entre la historia y la leyenda, como la propia revolución francesa