El pasado del tiempo

El pasado del tiempo es un blog creado para servir de apoyo a las clases de Historia con el objetivo de facilitar a los estudiantes referencias sobre recursos digitales disponibles en Internet y relacionar los contenidos de estas materias con la situación actual mediante referencias a noticias, novedades y todo tipo de documentos que propicien la comprensión del pasado y del presente, la reflexión sobre otros tiempos y lugares.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Síntesis de España en el siglo XIX. La crisis del Antiguo Régimen. De la guerra de la independencia al reinado de Fernando VII (1808-1833)

La guerra de Independencia (1808-1814)


Tras la guerra contra la Francia revolucionaria, España inicia el siglo gobernada por el valido del rey Carlos IV y aliada o supeditada de nuevo al país vecino en su enfrentamiento con Inglaterra. Así España y Francia firman el Tratado de Fontainebleau (1807) que permite la entrada de tropas francesas con el fin de conquistar Portugal, aliada de los británicos, y reforzar así el bloqueo continental. Pero la crisis y el descontento explican el motín de Aranjuez que produce la caida de Godoy y la abdicación de Carlos IV en Fernando VII; poco después, en mayo del mismo año, al mismo tiempo se produce el levantamiento del pueblo contra los franceses (que estaban ocupando España) y las abdicaciones de Bayona en las que padre e hijo entregaron la Corona a Napoleón y éste a su hermano José Bonaparte: comenzaba la guerra de Independencia


La guerra de Independencia fue una guerra nacional pues supuso el levantamiento  (2 de mayo de 1808) y organización espontánea del pueblo a través de Juntas locales y provinciales y una Junta Suprema Central que coordinó la resistencia y la ayuda inglesa; una guerra del pueblo que se organizó en “guerrillas”; una guerra de liberación para expulsar a los invasores franceses; y una guerra civil pues enfrentó a los denominados “`patriotas” con los afrancesados.



Pese a la resistencia y los éxitos iniciales (victoria en la Batalla de Bailén) que obligó a Napoleón a desplazarse hasta España, los franceses lograron dominar prácticamente toda la península en 1810. Pero el hostigamiento de las guerrillas, del ejército hispano-británico de Wellington, desde Lisboa y Cádiz, y los problemas exteriores (desastre de la campaña de Rusia y derrotas en Europa) motivaron el abandono de los franceses de España y el regreso de Fernando VII como rey de España a principios de 1814 (Tratado de Valençay) pretendiendo establecer de nuevo la monarquía absoluta.
Las Cortes de Cádiz

Durante la guerra de Independencia se había producido el primer intento de revolución liberal en España: unas Cortes que representaban la soberanía nacional se habían reunido en Cádiz, para aprobar la primera Constitución española en 1812 y una serie de leyes destinadas a abolir el Antiguo Régimen (supresión de señoríos, de los gremios, de la Inquisición e igualdad de todos los españoles ante la ley). Pero ni los tiempos ni el pueblo parecían estar aún maduros para las libertades.


El reinado de Fernando VII (1814-1833)

La vuelta de Fernando VII supuso la del Antiguo Régimen: la Constitución y las leyes liberales de Cádiz fueron suprimidas, el Antiguo Régimen reinstaurado y los liberales y afrancesados perseguidos.  En esta primera etapa del reinado, muchos marcharon al exilio o conspiraron a través de pronunciamientos que fracasaban uno tras otro. Hasta que en 1820, el del comandante Riego en Sevilla (con las tropas que iban a sofocar el levantamiento de las colonias de América) logró triunfar y durante tres años la Constitución y leyes liberales volvieron a estar vigentes (Trienio Liberal). Los privilegiados y el rey pidieron ayuda a las potencias de la Santa Alianza y los “Cien Mil Hijos de San Luis” derrotaron a los liberales y devolvieron el poder absoluto a Fernando VII.
Entre 1823 y 1833 se producirá la quiebra del absolutismo acuciado por graves problemas: la crisis y ruina económica, la deuda del Estado, la pérdida de las colonias americanas , la división entre los absolutistas entre intransigentes y moderados y la oposición de los liberales. Fernando VII tuvo una hija en 1830 y abolió la Ley Sálica que prohibía reinar a las mujeres (la Pragmática Sanción) A la muerte del rey, se formaron dos bandos entre los partidarios de los derechos de la pequeña hija del rey y los de la reina madre regente (Isabel y María Cristina) y los del hermano menor del monarca fallecido, el infante Carlos María Isidro. Pero el conflicto no era sólo dinástico sino ideológico